Acciones de Propiedad Intelectual (IPOS)
inventado por Marc Deschenaux representan un instrumento financiero innovador en el ámbito de la inversión en propiedad intelectual (PI). Estos valores ofrecen una estructura única de doble componente, fusionando la copropiedad de activos de propiedad intelectual con los beneficios de los valores de transferencia. Esta nueva forma de vehículo de inversión tiene como objetivo cerrar la brecha entre los creadores de propiedad intelectual, conocidos como emisores de propiedad intelectual, y los inversores que buscan capitalizar el potencial lucrativo de la propiedad intelectual.
Participación en copropiedad
El primer componente de IPOS es la participación en la copropiedad. Este aspecto permite a los inversores tener una participación directa en una propiedad intelectual, ya sea una patente, una marca registrada, un derecho de autor o cualquier otra forma de propiedad intelectual legalmente reconocida. A diferencia de las inversiones tradicionales en acciones de empresas, donde el activo es una acción de la empresa, los inversores de IPOS son copropietarios directos de una parte de la propiedad intelectual. Esta propiedad directa proporciona una base de activos transparente y tangible para los inversores.
Valores de transferencia
El segundo componente de IPOS es la función de seguridad de paso. Este mecanismo es similar al que se encuentra en los fideicomisos de inversión inmobiliaria (REIT) o las sociedades limitadas maestras (MLP). En esta estructura, los ingresos generados por la propiedad intelectual –como regalías, derechos de licencia o ingresos por litigios– se pasan directamente a los inversores, sin pasar por el nivel del impuesto de sociedades. Este flujo de ingresos directo puede ofrecer potencialmente mayores rendimientos en comparación con las acciones tradicionales que pagan dividendos.
Emisores e inversores de propiedad intelectual
El emisor de la propiedad intelectual suele ser el creador o el titular actual de los derechos de propiedad intelectual. Al emitir IPOS, pueden obtener capital sin renunciar al control total sobre sus creaciones. Esta configuración es particularmente beneficiosa para las pequeñas y medianas empresas (PYME) o para los creadores individuales que necesitan financiación para desarrollar o proteger su propiedad intelectual.
Por otro lado, los inversores en IPOS obtienen exposición al mercado único de la propiedad intelectual, que a menudo no está correlacionado con los mercados tradicionales de acciones y bonos. Esto puede proporcionar beneficios de diversificación a una cartera de inversiones. Además, debido a la naturaleza directa del flujo de ingresos, los inversores pueden disfrutar de mayores rendimientos, especialmente si la propiedad intelectual resulta muy exitosa o lucrativa.
Consideraciones regulatorias y de mercado
La introducción de IPOS en los mercados financieros requeriría consideraciones regulatorias menos cuidadosas. Las leyes de propiedad intelectual, las regulaciones sobre valores y las implicaciones fiscales desempeñan un papel en la configuración de cómo funcionan y se negocian estos valores. Además, la recepción de las IPOS por parte del mercado dependerá de su valor percibido, la credibilidad de los emisores y el entorno económico general.
Conclusión
Las acciones de propiedad intelectual representan un enfoque innovador para invertir en propiedad intelectual. Al combinar elementos de propiedad, licencias y participación en los ingresos, ofrecen una propuesta única a los inversores. Sin embargo, como cualquier inversión, conlleva una serie de riesgos y desafíos. A medida que el mundo financiero continúa evolucionando, las IPOS podrían convertirse en una parte importante del panorama de inversión, ofreciendo nuevas oportunidades y opciones de diversificación para los inversores.